Me tope con este gran problema, que al caminar la gente me pregunta, si soy loca, si necesito ayuda, si no encuentro mi hogar, supongo entonces que son tan ignorantes como lo soy yo respecto a mi, si soy yo loca, si necesito ayuda, si quiero encontrar mi casa, cada pregunta se desvanece, lloran y lloran porque no encuentran sus respuestas, las respuestas son irresponsables y no llegan a tiempo.
Recurro a mi soliloquio, encuentro placentero encontrarme lo suficientemente aburrida como para entretenerme, un repertorio de cosas por hacer y otras que no debí hacer salen a escena, se golpean una a una con razones o sin ellas, el arrepentimiento y la esperanza sirven de herramientas para ambos, aunque mas sin respuestas llegan y mi soliloquio sigue y sigue, mi monologo no parece tener fin fin alguno, pero todo esto sucede en mi, al caminar lo comparto con algunos que pasan a mi alrededor pero me dan miradas de desaprobación,
Después de esto descubro ser mas interesante cuando estoy sola, cuando armo conversaciones conmigo y al final termino odiándome por lo des interesante que resulto. Porque este es mi soliloquio que decidí escribir, es un soliloquio entre yo y mi otro yo, aunque no estoy segura de que haya "otro yo", entre un papel y un lápiz que sienten pena de su terrible situación, son protagonistas en este soliloquio, en esta que es mi vida, En un soliloquio donde yo resulto no estar loca, donde yo ya encontré ayuda y descubro que mi casa esta en un papel, un lápiz y un pedazo de imaginación.
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