El tiempo paso de ser tiempo para convertirse en números, de esta manera ya no había espacio para recuerdos en el, solo cabía el afán de los segundos por convertirse en minutos, los minutos en horas, horas en días, días en años, vidas reducidas a eso, a un tiempo insignificante medido en números. El tiempo tampoco alego por aquel cambio drástico a su vida, pensó tal vez que con este cambio no pasaría desapercibido, pero se equivoco, la gente no pensaba en el , tuvo que ocultarse tras los años y signos de la edad, empezó a distorsionarse y a cambiar de forma, volviéndose tan viejo y gastado.
De igual forma fue obteniendo rasgos de violencia, era un tiempo subversivo y lleno de armas letales, listo para atacar ante cualquier signo de olvido, muchas veces jugaba trampas a las personas, ya no tan inteligente pues la mayoría caían en ellas, con la melancolía de la juventud o el afán que producía el pasar de los años, del tiempo. Aunque muchas veces el tiempo tuvo que jugarse trampas a si mismo para no olvidarse, para recordarse que alguna vez fue joven.