Siento que la distancia entre lo que pienso, lo que sueño y lo que en realidad
hago para llegar ahí donde quiero ya es muy grande. Siento que las palabras que
alguna vez estuvieron en la punta de mi lengua, ahora se han ido… o tal vez
nunca estuvieron ahí. Siento que la juventud que cargo no es mas que un disfraz
para mi cuerpo ya cansado, siento que todos los días tienen todos el mismo
nombre, siento que el tiempo pasa y pasa sin que yo cambie de lugar. Siento que
en mi conviven todo el optimismo y el pesimismo juntos. No hay puntos medios. Un
día siento que puedo llegar a escribir todo lo que mi imaginación desea, al otro
el peso de la cotidianidad me absorbe. Siento que para todos el amor es gratis, y para mí el amor se ha convertido en una ciencia
que tengo que estudiar sin fin, algo a lo que tengo que pagar para tener acceso
y en mis bolsillos no tengo nada para dar, siento que el amor se me va siempre
de las manos y aún así, estas ganas de amar y ser amada siguen creciendo cada
vez más. Siento que merezco todo el mal del mundo por ser la persona más mala
que conozco y a la misma vez siento que sí el cielo existe, me merezco un pedazo
de el. Siento que me he equivocado de estar donde estoy, que he perdido todo el
tiempo del mundo persiguiendo algo que cada día más corre más rápido que yo.
Siento que estoy en el lugar que debo estar, que he hecho todas las decisiones
correctas y que yo misma he trazado ese camino que es mi vida. Siento que soy
una mala amiga porque dejo que el olvido siempre gane espacio en
mis relaciones. Siento que soy una buena amiga porque siempre pienso más en los
demás que en mí, que me preocupo por su bien y estoy siempre a su lado. Siento
que soy una mala hija porque estoy tan lejos que ya he olvidado los abrazos de
mi madre, la voz de mi padre, porque escapé lejos de un cariño que muchas veces
me pesaba como un fardo que no me dejaba sentir libre. Siento que soy una buena
hija porque extraño el abrazo de mi madre, la voz profunda de mi padre, porque
en cada paso que doy busco que ellos miren mis pasos, buscando tal vez que
digan: qué orgullo, esa es mi hija. Siento que soy una mala hermana porque no vi
crecer a mi hermano, porque lo dejé solo, porque ya casi no hablamos. Siento que
soy una buena hermana porque lo llevo siempre en mi mente, porque me preocupa
cada cosa de su vida, porque le deseo siempre todo lo mejor. Siento que soy una
mala trabajadora porque me dejo llevar en ocasiones por la pereza, porque en
muchas ocasiones el miedo y la ansiedad me ganan. Siento que soy una buena
trabajadora porque cargo con un sentido de responsabilidad que a veces me
molesta a mí misma, porque hacer las cosas bien me gusta y fallar me aterra.
Siento que hay muchas cosas que todavía no soy y que quisiera ser, otras en las
que aún no estoy muy segura. Siento que sí quiero ser novia o amante, quiero ser
deseada y desear con cada centímetro de mi piel a alguien. Siento que no sé si
quiero ser esposa o madre, pero siento que vivir en soledad también me aterra.
Siento que la soledad es en realidad mi mayor miedo. Siento que la soledad es en
realidad mi gran refugio. Siento que en muchas veces soy Soledad…. Siento que
soy escritora porque escribo esto, siento que soy capaz de escribir un libro o
tal vez dos. Siento que nunca seré escritora porque no tengo ningún talento,
porque me encierro en mi confort y dejo que todos los días me pasen. Siento que
no soy feliz, que me hace falta el amor. Siento que seré feliz cuando tenga
amor. Siento que soy feliz porque disfruto de mi soledad, de mi libertad, de
vivir conmigo y de mirar aún con esperanza la vida. Siento que el mundo merece
acabar, que no merecemos un día más en esta tierra. Siento que el mundo merece
seguir su rumbo, que somos capaces siempre de amor y de escoger siempre la paz.
Siento que somos bondad. Siento que somos el infierno para los otros. Siento que
a veces solo siento y se me olvida pensar. Pienso que siento. Siento que pienso.
Siento, siento, siento alivio al dejar todo esto aquí…
Ejercicio de escritura automática, solo sintiendo