lunes, 20 de febrero de 2012

Balas de amor.

Entre al teatro con el animo de cumplir lo que tanto había planeado, lo que había planeado en el trayecto de mi casa al teatro, tenia que matarla, no había otra opción, si no lo hacia tenia que seguir viviendo con la angustia de que no era mía, que andaba conquistando a otros mientras yo estuviese en algún otro lugar distante pensando en ella, recordando el momento en que la conocí, repitiendo una y otra vez el momento en el que mis ojos se situaron en los de ella. Sabia que esa noche era el final de su obra, pero no estaba seguro si en realidad era el de su vida, tal vez para darle un toque mas dramático al asunto yo debía acabar con la vida de ambos, no merecíamos vivir si no era para estar juntos y amarnos, me parece raro que hable de amor, mi alma no se caracterizo nunca por ser romántica pero entonces llego el soplo voraz, despiadado y desordenado de Ana, Me envolvió en su remolino llevándome consigo, arrastrando la soledad y demás demonios que encerraba y tenia dentro.
La historia de los dos es muy parecida a las de todos los demás, la conocí en este mismo teatro, actuando alguna obra donde su belleza se resaltaba sobre todas, se movía en el escenario con un aire sereno y pasivo, los otros se veían insignificantes, la observe imaginándome como seria tenerla alguna vez, no solo la tuve una vez, la tuve varias veces durante mas de 8 meses, pero después una ficha de nuestro ya imperfecta torre empezó a tambalear haciendo caer a las demás fichas, el amor de ella hacia mi se lo habían robado y no tenia claro quien o que era el causante de semejante delito, no pusimos fin a esto, simplemente decidió no verme mas, sin ninguna explicación, tampoco es que le hayamos puesto un comienzo, nuestra relación empezaba y terminaba en el otro, nunca le dije que fuésemos novios, la palabra amante me sonaba mas atractiva que ninguna otra, aunque nunca nos la asignábamos, era un amor sin palabras de amor, pero tan puro y fresco que costaba diferenciar entre amor y perfección.
La obra estaba apunto de comenzar, tenia entendido que al final ella mata a su marido, para eso estaba yo ahí, para darle una vuelta  que la obra adquierese  un sentido mas dramático, nunca me imagine matar, pero no lo veía así, tenia que hacerlo para lograr de esto algo sublime, algo para que ambos lo recordáramos para siempre, para que el tiempo y el olvido no barrieran con las cenizas. No recuerdo nunca haber estado mas feliz como cuando lo estuve con ella, disfrutábamos de las noches juntos escuchando algún bolero o tango, en mi apartamento viendo la gente pasar, asignándoles a todos una vida, perdiéndonos en  las salas de cine, entre esquina y esquina, disfrutando del silencio, soñandonos tan cerca, teniéndonos,¿ entonces porque no vino mas?, ¿porque tengo que venir yo a matarla para exigirle explicación?
Finalmente el telón se abre, me encuentro lo suficientemente cerca para verla una vez mas, quizá la ultima, si es que la bala no se arrepiente y sale corriendo arrepentida, ella sale, con su magnifico vestido de piel blanca, su piel, el rubor ficticio que le provoca el maquillaje la hace ver mas linda aun, su belleza ajena me duele, belleza que no me corresponde ya. Sale y mis ojos se empapan un poco, no puedo disimular frente a ella, su mirada hace que mis sentimientos se desnuden, empiezan a hacer bailes eróticos para ella pero no se si es consciente de lo que logra en mi, me mira, quiero dispararle ya para agudizar esta pena, tan buena actriz es que nada le pasa, ni una sonrisa realiza, ¿logro olvidarme ya?. En la mitad de la obra ya no aguantaba mas, la manera en la que lograba ignorarme me sorprendía, me preguntaba si enserio tenia cara de asesino, si ella podía leer mis intenciones a simple vista, lo pensé pensé, se fue el tiempo y ya estaba a punto de acabarse, MÁTALA, MÁTALA, me pare, saque la pistola, intente meter todo mi amor en aquella pistola, para que muriese el amor  y no ella, no estaba sorprendida, se adelanto a mis movimientos, y en un momento quedamos frente a frente, dos balas de amor se enfrentaban, tratando de odiarse y amarse a la vez, apreté el gatillo antes de que ella me disparase.
No se quien murió primero, si nosotros o el amor.

viernes, 10 de febrero de 2012

Una casa entre pupilas.

Una mirada seria
pero no fría
tan acogedora
como la mañana

Una mirada misteriosa
que esconde alguna lagrima
una lagrima temerosa
que no conoce el camino

Esa mirada que busca compañía
una sonrisa que le brinde alegría
algún refugio en ojos ajenos
una casa entre pupilas

Construir un faro
entre cada mirada entrelazada
que sea la guía
entre un mar de silencios prolongados

Unos ojos lanzafuegos
cautelosos y muy negros
caminando desconfiados
se tropiezan con los míos

Una casa entre pupilas
es lo que los ojos buscan
tímida y a la vez inquieta
se pasea la mirada con el animo de odiar, llorar, amar.