jueves, 28 de junio de 2012

Tango amargo


Mercedes era una mujer excepcional. La mejor descripción gráfica que pueden hacerse de ella es exactamente esa, LA MEJOR. No necesitó haber nacido en la cuna del son del tango ni mucho menos estar cerca. Su ciudad natal era calurosa como ella. Cartagena, donde todo el mundo baila vallenato y alguna que otra salsa  pero el tango no se tiene en cuenta, no se piensa, no se come, no se baila; o al menos no cuando llegue y la vi por primera vez, a ambas. Mire sus ojos como iguales. La ciudad y ella tenían una mirada que me incitaba a conocer más de cada una, mirada con manos que me llevo a trazar este tango amargo. 
La encontré por un perfecto azar o por pura casualidad, quien sabrá quien fue el genio detrás de tan minucioso encuentro, pero ella estaba ahí como esperándome. Esa noche era mi primera vez como un turista, solo era un argentino dispuesto a dejarse sorprender y sobre todo conocer. En el hospedaje donde me quedaba me habían dicho que sería bueno que me tomara un baño y después que fuera a caminar por la ciudad vieja pero era lo que menos quería. Entonces me dirigí directo al bar donde ella estaba. Entre sin esperar nada y Mercedes ya me abraza con su mirada desde antes de mirarnos. Fui a la barra para tomarme  algo que me pusiera al nivel de calentura de aquel lugar, pero no me limite a eso, quería formar parte de esa maraña de cuerpos intrépidos. El ritmo no me era ajeno y no demore en compaginar con la mujer con  la que bailaba, pero basto un segundo para que el rumbo de mi vida obtuviese otra brújula donde el norte solo apuntaba hacía aquella mujer que venía acompañada de armas letales dispuesta a acabar con la razón  y conmigo. Bailamos, la verdad es que no hablamos mucho, solo lo importante para saber que ya la estaba queriendo un poco, a ella y al par de piernas que traía puestas. Le gusto mi acento y más cuando le conté sobre el baile que mis pies querían hacerle a ella. Me dijo que al día siguiente yo era suyo y ella mía para demostrarle "mis encantos argentinos". 
Al comienzo cuando empecé a enseñarle, todo era torpeza y sensualidad en el cuerpo de Mercedes.Sus venas no dejaban que la pasión y la melancolía que implica el tango entraran en ella, la alegría  hacía que sus movimientos fueron alborotados y fuera de tiempo. Pero al final todo el esfuerzo de semanas tuvo su recompensa, el tango vio nacer un amor lleno de ella y un poco de mi. Sus piernas, sus locas piernas por fin se acomodaron y adquirieron un poco de tristeza. El tango la había penetrado a un punto que cada canción que bailaba la hacía llorar, pobre Mercedes, nunca había conocido su propio ser. Todo era lindo, todo era bello mirado desde los ojos encaprichados de lo que yo llamaba amor. Mercedes era buena, joven, alta y buena y buena...buena en todos los sentidos. Aprendí a amarla en tan solo semanas. Después vino la noticia que hizo que este tango sabroso que empezábamos a crear obtuviera como resultado final; un trago amargo y difícil de pasar.
Mercedes no era mía, yo la creía mía pero ella era de otro. Tuve que verla partir, mi brújula apuntaba hacía ella, era la rosa de los vientos, de mis vientos. Era casada la condenada, quien iba a creer eso sí la libertad brillaba en  sus ojos. Le dije que nos fuéramos, que la llevaba a mi Argentina para que viera lo que realmente era bailar, para que llorara una vez más junto a mi. Para que llorara siempre junto a mi. Pero su marido llego con una pistola apuntando a mi corazón,  Mercedes, tenía que salir, irme volando porque le iba a disparar. El boludo ese fue inteligente, no me apunto a mí. Yo mismo hubiese apretado el gatillo para matarme y no sentir esa ausencia que Mercedes causaría. Mechi dijo que siempre tendríamos el tango de nuestro amor, que podríamos reproducirlo siempre en nuestras mentes. 
Me devolví recordando la triste letra de la cumparcita, la triste letra de nuestro tango amargo. 


Aclaraciones, por si acaso:  La idea de este cuento surgió en una conversación que tuve con una gran amiga llamada Mercedes, 74 años tiene ella y me comentaba que siempre quiso aprender a bailar tango pero en su ciudad, Cartagena, no tuvo la oportunidad. Inmediatamente se me vino a la cabeza hacer un escrito haciendo una especie de honor a su deseo, no sabía muy bien el inicio, ni el nudo ni mucho menos el desenlace, solo tenía claro que el personaje principal tenía que ser Mercedes y el tango. Pido disculpas por la falencias que se encuentran en cuanto a la cultura Argentina. Cualquier persona que lea esto podrá darse cuenta de la falta de información que poseo de ella ya que lo más argentino que pude encontrar fue la palabra "boludo" y mi contacto con el tango no ha sido mucho. Tuve la oportunidad de tomar clases y el único tango que baile fue precisamente la cumparcita. No siendo más espero que a pesar de estos errores sea un placentero viaje en el tren de la ficción 

sábado, 23 de junio de 2012

Mi conducta de lector, tanto en mi juventud como en la actualidad, es profundamente humilde. Es decir, te va a parecer quizá ingenuo y tonto, pero cuando yo abro un libro lo abro como puedo abrir un paquete de chocolate, o entrar en el cine, o llegar por primera vez a la cama de una mujer que deseo; es decir, es una sensación de esperanza, de felicidad anticipada, de que todo va a ser bello, de que todo va a ser hermoso.” 
Julio Cortázar



 

     

viernes, 22 de junio de 2012

Caminos bifurcados

                Las palabras perdidas

a encontrarse y perderse
                   
                                 sonríen asustadas
     
     Están destinados a perderse
                       
                                  ambulan entre inextricables caminos
   
                 sus caminos ya están bifurcados
                                             
                                                              su significado ha huido
             
                        tal vez anónimas                                                        
                                                                 Emprenden un viaje sin destino
                   
                        pero son antagónicas, antónimas
                                                                       
                                                                                 no hay futuro en su camino
                             
                                  que son palabras y se aman
                                                                                   
                                                                                         las palabras que eran anacrónicas     
                                             
                                          se dan cuenta que son palabras
                                                                                           
                                                                                                  pierden su época y su tiempo                        
                                                           
                                                                se miran y se ven distintos                                                
                                                                           
                                                                                                 Se encuentran en un laberinto

      
                                                                                                                                    
                       













miércoles, 13 de junio de 2012

La peste del lenguaje

La enfermedad se presentó con varios síntomas. El primero en sufrirlas fue el señor Poveda, gran personaje reconocido en aquella villa quien sabe por que razón. Un día se levanto con pequeños puntos, pequeñísimos a decir verdad, por tal motivo no le  asignó una atención verdadera, su día continuó con el mismo cause de los días anteriores.

Al siguiente día  los puntos empezaron a juntarse poco a poco. Alertado al ver esto salio corriendo el señor Poveda a visitar al doctor de la villa. Este no sabía muy bien de que se trataba, pensó en alguna especie de varicela pero ante la duda le  sugirió reposo. Las cosas se complicaron un poco al tercer día. Todo su cuerpo estaba lleno de letras y palabras.  De su lengua, brazos, piernas y abdomen  brotaban palabritas.
Decidió pararse e ir al baño  para ver si lograba quitárselas con agua y jabón, pero al llegar la impresión que le causo su rostro fue mayor y cayó desmayado. La misma escena se repetía en la casa del doctor y en varias casas a la redonda.

La peste del lenguaje los había atrapado de una manera excepcional y maravillosa. Todos eran libros andantes llenos de fantasía, realidad y terror. La cura llegó después de días cuando ya algunos se habían leído los unos a los otros

martes, 5 de junio de 2012

Dos extraños

Ella lo vio ahí, el la vio allí. Ella desde la mesa de atrás donde su saxofón sonaba de lo más lindo. Cada nota le llegaba a sus oídos ,entraban en su cuerpo y se quedaban por ahí durante un tiempo. El la  veía disfrutar de su maravillosa melodía y nunca le quito los ojos de encima. Se quisieron mientras sus ojos bailaban al compás de algo que ella no entendía pero la conmovía. Sus narices jamas se habían visto de cerca, no sabían nada uno del otro pero imaginaban todo y que deleite les causaba. 
El se detuvo y la mirada de ambos se distanciaron. ¿ Cómo proceder ante esta situación? , se preguntaron  esperando a que el otro tuviera la respuesta, que la acción recayera en el hombro ajeno para saber si el rumbo del tiempo correría o no a su favor .
Salome estaba sola, esperando, siempre sola y esperando a que algo emocionante le pasara. Ricardo un tanto como ella a diferencia que su espera no era una desesperada, era más bien deseosa, esperaba un corazón creyendo que sería una salvación divina.
Los dos extraños, a los cuales les gustaba esperar no actuaron, esperando a que el otro hiciera algo. La noche se acabo y siguieron siendo extraños, sus ojos se quisieron y eso estuvo bien. Fueron amantes en sus mentes y eso estaba bien. 
Quizá Salome volvería a la noche siguiente y Ricardo volvería a tocar.  
Estaría en las manos de ellos dejar de ser dos extraños.

sábado, 2 de junio de 2012

Soluble

                                                                                                                       
                                                                          El tiempo                                                                                                
                                                        es solo                                no viene                                                        
                                           es mierda                                                          
                                                                                                            en forma                                                        
                                   es nada                                                                                
                                                                                                                     de reloj                                                
                      es relativo                                                                              
                                                                                                                         no tiene
                                                                                                                               números                      
                 El tiempo                                                                              
                                                                                                                            no es
                                                                                                                                 indeleble                            
                  se agota                                                                    
                                                                                                                           se derrite                                  
                      se deja                                                                                                                              
                                                                                                                              se deja
                                                                                                                                de contar                      
                           se puede olvidar                                                                  
                                                                                                                  dejemos de
                                                                                                                               contar                      
                                            esta hecho                                                                                        
                                                                no                                     comámonos                                                   
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