sábado, 6 de abril de 2013

Redundancias

Cuando estás, el vagabundo
nunca anda vagando.
Está en su lecho
temiéndole a todo lo temible.

Cuando estás, el ignorante
no ignora su ignorancia.
Al contrario, sabe que no es sabio
y que el saber se esconde en el ignorar.

Cuando estás, el prepotente acepta su
prepotencia y, por primera vez, agacha la cabeza.
Se retira la máscara y deja ver al mundo su
rostro pulcro de inseguridades muy seguras de sí mismas.

Cuando estás, el redundante no redunda
en lo que es redundancia.
Se ahorra las palabras y  se vuelve
enemigo intimo de los sinónimos.

Pero la verdad es que nunca estás
y el vagabundo vaga ,el ignorante es sabio.
El prepotente no sabe que lo es
y yo me enredo entre tanta redundancia.