viernes, 10 de febrero de 2012

Una casa entre pupilas.

Una mirada seria
pero no fría
tan acogedora
como la mañana

Una mirada misteriosa
que esconde alguna lagrima
una lagrima temerosa
que no conoce el camino

Esa mirada que busca compañía
una sonrisa que le brinde alegría
algún refugio en ojos ajenos
una casa entre pupilas

Construir un faro
entre cada mirada entrelazada
que sea la guía
entre un mar de silencios prolongados

Unos ojos lanzafuegos
cautelosos y muy negros
caminando desconfiados
se tropiezan con los míos

Una casa entre pupilas
es lo que los ojos buscan
tímida y a la vez inquieta
se pasea la mirada con el animo de odiar, llorar, amar.

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