con ese olor de soledad milenaria
que se acompaña del miedo al mañana.
Veo cómo avanzan preguntándome por qué
el amor no viene y la juventud se va.
Quieren saber si es cierto que el tiempo tiene su propio tiempo,
que si aquí se está condenado a esperar.
Me hablan del dolor en el que viven
porque no encuentran su lugar entre todos los demás,
andan sumergidas entre lágrimas
caminando por el pasillo de la soledad.
Y yo no sé qué consuelo darles ni a quién culpar
porque el vacío solo se llena con alguien más,
porque en la lengua solo tengo preguntas,nunca respuestas.
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