el que nos hemos inventado.
Aquí sentados, toda la
eternidad ha pasado.
¿Viste también a la soledad?
Nos venía buscandopara arrastrarnos.
Nos quería llevar al espectáculo
donde la primera guerra del mundo y
la última se confundían y solo bailaban un vals
que olía a muerte.
Nuestro futuro no vino
pero ahí estábamos en nuestro entierro. La humanidad entera nos lloró
y entre sollozos y gritos, la vida floreció.
¡Mira nada más cuántos imperios vemos desde acá!
todo lo que el olvido no escribió y el alma ignoró,
la vida recostada y ellos peinándola;
esclavos de lo desconocido, aventureros temerarios.
Todos nos decían: ¡Salid a vivir!
y casi creímos en la infinitud que guarda lo fugaz,
casi que tuvimos fe en el tiempo.
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