domingo, 5 de agosto de 2012

Mundano

Abandonas tus huesos
y dejas tu cuerpo anclado en tu puesto;
renuncias a todo lo ampuloso y ostentoso
para mirarte claro en el espejo. 

Lo honesto te causa vértigo 
y dudas que tu reflejo es bueno;
te cuesta creer que eres tú 
quien sonríe sin hacer ningún gesto. 

Te despojas del peso del mundo,
de la joroba de la angustia y la rutina;
de lo aburrido de tus días 
y dejas que tus ojos vean la vida. 

Te retiras  la máscara de lo mundano, 
 te das cuenta que eres más 
                                           humano. 




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