![]() |
Woodcuts - Bryan Nash Hill |
Vuelvo a intentar escribir un poema,
Que diga todos mis silencios,
Y hasta mis secretos,
Uno que me revele mis miedos,
Y otro que sea el espejo de mis sueños.
Vuelvo, de nuevo, a alzar mis manos
Y dejar que escriban lo que nunca digo,
Es mi único modo de defensa,
Ante la eterna guerra que guardo con mi boca.
Vuelvo, sí, a este refugio: hoja en blanco.
Porque aquí mi voz no tiembla
Y aquel delgado hilo
Se convierte en aguacero, lluvia,
TORMENTA.
Vuelvo, no me he ido, porque la verdad
Nada ha sido dicho.
Sigo dando vueltas, y de nuevo, el silencio.
Llega el turno, tal vez, de confesarme…
Yo confieso, entonces, que los días
Se me van esfumando de mis manos,
Que mi vida la vivo adentro mío
Donde ya tengo cien años.
Vuelvo al presente porque no hay nada más allá
Y este poema se escribe
En el latido de este segundo que ya se ha ido.
Vuelvo…después de un año ¿o fueron dos o cuatro?
A este poema que creí había terminado.
Y confirmo que el punto final, siempre tan fatídico,
no es tan sólo muerte, puede ser también semilla.